domingo, 27 de febrero de 2011

Capítulo 30: No hay vuelta atrás

-Espero que te lo pases bien en Miami, ten en cuenta que siempre estaré ahí y que espero que nunca te olvides de mí y de todos los momentos agradables que hemos pasado juntos... Espero que nos veamos pronto en Los Ángeles.
-Gracias, Paula.
-Ojalá pudiéramos seguir los dos juntos, como amigos... Pero ya no hay vuelta atrás, así que, como he dicho antes, espero verte en Los Ángeles.
-Ya, yo también...
-¿Por que parece que no te importe? Si es así dímelo, porque estamos perdiendo el tiempo...
-Por supuesto que me importa, pero...
-¿Pero que?
-Esto me puede, no puedo despedirte, eres demasiado importante para mí y no me salen palabras para poder decirte adiós de una forma aceptable.


"Por favor, los vuelos con destino a Los Ángeles que vayan embarcando. Gracias"


-Me tengo que ir.
-Claro...
-Adiós.
-Nos vemos...
Y así es como Mark se iba separando cada vez más lejos de mí, dando pequeños pasos, mientras yo seguía quieta donde antes pensando en que puede que no lo vea nunca más.
Él, justo antes de entrar en la puerta de embarcación, me dice un "adiós" con la mano, sin muchas ganas. Yo, intento sonreír como si no fuera a pasar nada y le devuelvo el "adiós" esperando que sea un "hasta pronto". Él entra, y yo me voy. Una lágrima intenta salir de mi ojo, pero yo la detengo. No quiero llorar más, no quiero ser tan débil...No podemos estar toda la vida juntos, eso es lo que ha decidido el destino... Otras oportunidades vendrán a mí y a él.
Mi móvil suena, es Marta.
-¡Hola!
-Hola...
-¿Que tal la despedida?
-Mal, como todas las despedidas.
-Ya, bueno...
-¿Que te cuentas?
-¿Te acuerdas de Sergio?
-Sí.
-Me ha pedido que volvamos a salir.
-¿Y que le has contestado?
-Que me lo pensaría...
-¿Y eso?
-Tengo en mente a Álex, me gusta mucho... Pero Sergio también es genial.
-Pues yo a eso no le puedo hacer nada.
-Ya...
-Bueno, te dejo que he llegado a mi casa.
-Vale, animate.
-Eso espero...
Ya estoy en mi casa, mirando por la ventana de mi habitación la ex-casa de Mark en la que pronto alguien se mudará, ya que él no va a volver nunca.
Jamás pensé que yo pudiera tener tan mala suerte. Encuentro a la persona perfecta, conectamos genial, estamos hechos el uno para el otro y de repente, puf. Algo tiene que pasar para que todo se rompa en pedazos...Volveré a tardar 2 años de mi vida en encontrar a otra persona, o incluso ni eso, porque nunca podré quitar a Mark de mi cabeza. Lo era todo para mí.
La única parte "buena" es que puede que Mark y yo nos veamos en menos de 1 semana en Los Ángeles...
No le he devuelto la chaqueta... Supongo que tampoco la echará en falta... es sólo una chaqueta, aunque para mí es más. Porque, aunque de una parte me haya dado mala suerte y haya hecho que Mark se fuera, siempre me quedará su chaqueta.




11:30 de la mañana. No me quiero levantar. No tengo razones para hacerlo.
¿Quién se sentará a mi lado en el instituto? ¿Quién me abrazará? ¿Quién estará ahí SIEMPRE? ¿Quién hará que nunca más me vuelva a aburrir? ¿Quién me dirá que siempre tendré un hombro sobre el que llorar?
Nadie. Las horas sin él parecen semanas.

martes, 1 de febrero de 2011

Capítulo 29: La despedida

Hoy es el día en que Mark se va a Miami. Después de tanto tiempo como amigos, pasándonoslo genial sin que nadie nos dijera nada o tener que hacer caso a alguien, éramos libres. Ahora no, ahora él se va y puede que nunca le vuelva a ver... A no ser que yo me vaya a Miami, pero de eso sólo hay 1 posibilidad entre 1.000.000... O incluso menos.
Estoy decaída, con menos ánimos que los otros días, y eso es decir mucho. Lo único que no ha cambiado es que sigo sin saber que hacer... Mi móvil suena, espero que sea Mark diciendo que se queda o cualquier cosa que haga que no nos separemos a tantísimos quilómetros.
-¿Sí?
-¡Hola Paula!
-Ah, Marta, eres tú...
-¿Quién creías que iba a ser? Ah, vale, creo que ya lo sé... ¿No hay noticias, no?
-Para nada, creo que ya no hay vuelta atrás...
-¿Quieres que te acompañe al aeropuerto a despedirte?
-No, no quiero molestarte por mi problema, tranquila.
-Oye, las amigas nunca se abandonan, quiero ir contigo, no quiero que te sientas tan sola.
-Pero es que nadie puede hacer nada para que no me sienta sola. Él llenaba todo el espacio vacío que quedaba en mi tiempo, siempre estaba ahí cuando le necesitaba, incluso cuando no. Siempre hacía que me sintiese bien, fuera lo que fuera por lo que yo estaba llorando, lamentando o entristeciendo. Él llenaba todo, incluso mi corazón...
-Paula, yo te entiendo...
-No, no me entiendes, nunca te ha pasado esto, tú te enamoras enseguida das un paso gigante y ya está, ya tienes a todos en el bote y cuando quieres les dejas y tú sigues feliz porque al día siguiente ya estás con otro y así continuamente sin parar, pero yo no, yo no soy como tú. Esta es la segunda relación que he intentado tener, he tardado mucho hasta darme cuenta de que los dos estamos hechos el uno para el otro, de que nada podía detenernos, pero me equivoqué, y no puedo hacer nada, y a lo mejor tardaré otros 2 años en encontrar a alguien.
-Paula...
-Es la verdad, no puedo hacerle nada. Y por favor, no me acompañes al aeropuerto, es mi problema, no el tuyo.
-Si es lo que quieres, no diré nada...
-Gracias.
No hay nada en el mundo que haga que olvide a Mark, nada. Esos trucos estúpidos de comer helado hasta reventar, recortarlo de las fotos, olvidar los recuerdos, hablar con las amigas... No funcionan. Al menos a mi no, con esas simples cosas no puedo olvidarle, era demasiado importante como para que se esfume de mi cabeza con un simple chasquido.


-Mamá, me voy ya.
-¿Llevas dinero para el tren?
-Sí, tranquila... 
El tren llega justo en el mismo momento en el que yo cierro la puerta. La gente va entrando poco a poco, casi todos con maletas porque se van de viaje. Subo al tren y enciendo el iPod para no aburrirme en el trayecto. 
Al cabo de 45 minutos el tren para en mi estación, casi en frente del aeropuerto. Son las 6:15, espero que no hayan empezado a embarcar ya. 
Voy corriendo hacia la terminal en la que se supone que debe estar esperándome él. Efectivamente, está ahí, sonriéndome como si no fuera a pasar nada, como si nunca fuera a irse... No sé como no puede estar triste... A lo mejor no le importo tanto como creía.
-Hola, Paula.
-Hola... Mark.

viernes, 21 de enero de 2011

Capítulo 28: Héroes

Mark... Por qué me tiene que pasar esto a mí... Ahora que todo empezaba a irme bien, cada día era más feliz que el anterior, siempre sonriendo... Hasta hoy. Hoy he sabido que en 12 horas y 32 minutos, Mark se irá para siempre... Y puede que no le vuelva a ver... Se irá mañana, a las 7:00, en un avión con destino a Miami...
Estoy abrazada a su chaqueta, lo único que me quedará de él... Llamaré a Marta para decirselo...
-¿Si?
-¿Marta?
-¡Ah! Hola, Paula, ¿qué cuentas?
-Malas notícias.
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Es por Mark...- Una lágrima intenta salir de mi ojo, pero yo la detengo, no pienso llorar más.
-¿Qué ha pasado con Mark? Me dijiste que todo iba genial...
-Tú lo has dicho, iba. 
-¡Dime ya que ha pasado!
-Mark se va.
-¿A que te refieres con "se va"?
-¡Pues que se va! ¿Qué entiendes tú con "se va"?
-Explícate.
-A los padres de Mark les han ofrecido una oferta de trabajo y no pueden rechazarla. Se van mañana a la mañana a Miami.
-Espera, espera... ¿A Miami?
-Sí.
-Paula... Lo siento muchísimo...
-No importa, supongo que para él también será difícil...
-¿Os habéis despedido ya?
-No, hemos quedado mañana, en el aeropuerto, para despedirnos definitivamente.
-¿Y el viaje a Los Ángeles?
-Está en el aire, a lo mejor va, pero desde Miami.
-Ojalá pudiéramos hacer algo para que se quedara...
-Él ya lo ha intentado, pero no hay manera... Si se va, se va.
-En fin... tengo que dejarte, no estés triste.
-Lo intentaré. Gracias.
"Pi...Pi...Pi..."
La despedida se me va a hacer demasiado dura... Volveré a llorar como una loca, como si así se arreglara todo... Soy demasiado débil, llorona, sensible, estúpida... No quiero que se vaya, no puede irse... No he hecho nada para merecerme esto, y ahora no hay vuelta atrás... Se va a ir yo no podré hacer nada al respecto... Tendré que apechugar con lo que toqué, hacerme más madura, y si Dios ha decidido que Mark se vaya, es que se va... Supongo que ya encontraré a otra persona... Pero NUNCA será como Mark. 
Nunca.
Desde aquel primer día que le vi, en clase, cuándo vino nuevo... Y se sentó a mi lado sin dudarlo si quiera... Y dio la casualidad de que éramos vecinos... Eso fue una señal, el destino decidió todo eso, hizo que fuéramos amigos, y que al cabo del tiempo, alguno de los dos diera el primer paso para ser algo más... Ese "algo más" que me dijo Mark, y que al parecer no ocurrirá... Esos momentos en el parque en el que él siempre hacía que me sintiera mejor, y dejase de llorar con uno de sus abrazos mágicos... Aquella lluvia en la que él apareció, en la aunque yo lo niegue, siempre me salva, siempre me ayuda... Y sobre todo, aquella chaqueta que aún mantengo y que espero mantener, para que, de algún modo, sigamos juntos... Él... Siempre será...
Mi héroe.
----------------------------------------------------------------------------------
Siento mucho haber tardado tanto en publicar T^T Soy demasiado malvada... Por favor, perdonadme... Que malvada persona ù.ú... Espero publicar más, pero es que he estado bastante liada y no he publicado en muchísimo tiempo...
Siento haber estado tan desaparecida (otra vez...) Pero bueno, espero que os haya gustado el capítulo.
Besos.

domingo, 2 de enero de 2011

Capítulo 27: Recuerdos

-¡Despierta! ¡Son las 12 del mediodía!
-Déjame un rato más...
-De eso nada, tienes que ir al centro comercial.
-Espera... ¿¡Que!?
-Dijiste que el domingo irías, así que ya estás tardando.
-¿Y que se supone que tengo que hacer ahí?
-Comprar. Se acerca el cumpleaños de tu prima así que tienes que comprar los regalos, las serpentinas y esas cosas de fiestas...
-¡Ya es muy mayor para eso!
-Tiene 5 años.
-Ah... ¿Y porque no va mi hermano?
-Tiene que hacer unos trabajos.
-Malvado...
-Vístete y vete.
-Espera, espera... ¿Que se supone que es el regalo?
-No se, escoge tu algo.
-Perfecto, el mejor plan para el domingo...
-¿Has dicho algo?
-No, nada...
-Pues ya sabes.
La puerta se cierra. Perfecto. Siempre me toca a mí hacer lo peor... Y de mientras mi hermano en casa... Ya le vale.
Supongo que no tengo otra opción, así que tendré que vestirme e ir hacia el centro comercial. 
Cuando me levanto siento algo rozando mi piel, un poco frío, y algo húmedo... Es la chaqueta, su chaqueta, mi chaqueta, nuestra chaqueta... Supongo que habré dormido con ella... Se la devolveré si encuentro a Mark por la calle.


-Mamá, salgo.
-Vale. ¿Llevas dinero?
-¿A caso me has dado?
-Ten, 100 €
-¿Tanto vamos a gastarnos?
-No creo, pero por si acaso.
-Vale... Me voy, es tarde.
Cierro la puerta, un golpe seco y fuerte, al que ya me he acostumbrado y escucharé muchas más veces. Cierro con llave.
Por suerte tengo el centro comercial cerca de mi casa, a sólo unas 2 o 3 manzanas de aquí así que no hace falta que vaya en autobús, tren o metro.
Ya he llegado, hay mucha gente, tanta que hace que olvide que es invierno y hace frío. 
Como puedo, acabo de comprar. Por culpa de la gente he tardado 3 horas y sólo he comprado 5 cosas... He gastado casi 55 €.
Al volver pico en casa, no tengo ganas de sacar las llaves. Mi madre abre, me dice con cara de satisfacción gracias y le dejo las bolsas en la puerta, ya se apañará. 
Voy al parque, al parque de siempre, dónde han ocurrido tantas cosas y ocurrirán, tanto malas como buenas, que llenarán mi memoria de recuerdos, recuerdos que espero no olvidar y seguir en mi corazón.
Una mano toca mi espalda, un tanto fría por el cambio de temperatura al salir del centro comercial y estar en la calle con un viento que se lleva todo por delante.
-Paula... Tengo que decirte una cosa.
-¡Ah! Hola, Mark, ten toma tu chaqueta.
-Quédatela.
-¿Por que? Ya no la necesito.
-Dónde voy yo tampoco.
-¿A que te refieres?
-Me mudo. A mis padres les han ofrecido una oferta de trabajo que no pueden perder, nos vamos a Miami.
-No puede ser... No puedes irte, no puedes...
-Lo siento... Ya he intentado convencer a mis padres para quedarme aquí, pero no hay manera.
-Mark... ¿Y el viaje a los Ángeles?
-A lo mejor puedo ir, pero desde Miami, vende mi billete.
-No puedo... No puedo dejarte ir... Hemos vivido mucho juntos como amigos, y no quiero que te vayas ahora...
-Lo siento. Me voy mañana. Ya nos veremos.
-Mark... - De mis ojos caen muchas lágrimas, nunca había llorado así en mi vida. 
-Espero que nos veamos.
Me voy corriendo, no estoy enfadado ni nada, supongo que lo comprendo... También debe ser difícil para él... Hecho una mirada atrás, aún sigue ahí, no se con que cara, lo veo todo borroso por las lágrimas... Creía que íbamos a estar mucho tiempo juntos... Pensaba que estábamos destinados a ser algo más que amigos... Todas mis esperanzas se han ido con el viento.
Mañana será la última vez que lo veré... Aún así no quiero decirle lo que siento por él, lo que creo que siente él por mí, lo que quiero que pase entre los dos, lo que he pensado para el futuro, lo que tiene que pasar, lo que ya no tiene vuelta atrás... No puedo, no debo...
Le necesito.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Capítulo 26: Pequeños pasos

30 minutos... Eso es lo que llevo aquí... Por favor... Que pare esta maldita lluvia... Me estoy helando... ¿A quién se le ocurre ir en manga corta?... A mí.
De repente, a mi derecha, veo una sombra... Sólo falta que sea un psicópata... 
-¿Paula?
-¿Mark? ¿Que haces aquí?
-Eso lo tendría que preguntar yo...
-¿A ti que te parece? La maldita lluvia ha venido de repente y llevo aquí más de media hora...
-¿Siempre voy a tener que rescatarte?
-¿Intentas hacerte el héroe?
-¿Intentas hacerte la víctima?
-¿Vas a responderme siempre con preguntas?
-Mira quién habla...
-Ahora en serio, ¿que haces aquí?
-Ya lo descubrirás...
-Si intentas hacerte el interesante, no funciona.
-Vale... Iba a casa de un amigo.
-Aaahh...
-¿Celosa?
-¿Yo?
-No, la farola.
-Se nota tu sarcasmo... Y no, no estoy celosa... ¿Por que iba a estarlo?
-No sé...
-Entonces no preguntes.
-¿Quieres que te acompañe a casa o te quedas aquí?
-No sé... Estoy dudando un poco... Creo que prefiero que me lleves a casa.
-En fin... Ponte debajo del paraguas.
-Gracias...
Y así, sin quererlo ni beberlo, voy debajo de su paraguas, pegados los dos, bajo una eterna lluvia... Aunque si te digo la verdad, no me importaría que no se acabara nunca...
Empiezo a tiritar...
-¿Tienes frío?
-Un poco, pero no te preocupes...
-Te vas a resfriar...
-Tranquilo, tomaré frenadol y listo.
-Prefiero resfriarme yo antes que tú. Ponte mi chaqueta.
-No es necesario... Ya casi estamos llegando y...
Que más da, ya me ha colocado su chaqueta sobre los hombros... Por una parte me siento mal, no quiero que esté así por mí... Pero por otra parte... Creo que es muy romántico...
-Ya hemos llegado.
-Gracias por acompañarme.
-De nada.
-Bueno... Supongo que entraré a mi casa antes de que me hiele.
-Claro...
-Toma, tu chaqueta.
-Quédatela.
-¿Seguro? Vas a tener frío...
-Tranquila, estaré bien.
-Gracias...
Entro en mi casa... Subo rápidamente a mi habitación, sin dejar tiempo a mis padres para que me digan que si estoy bien, que tal ha ido o has pasado frío. 
No sé que pensar... Creo que es demasiado pronto para dar un paso más. Creo que debería esperar... 
Todo ocurre tan rápido... Casi ni te das cuenta de las cosas, son como esas pequeñas ráfagas de aire en invierno, las sientes pero te dan exactamente igual porque no vas a preocuparte por esa pequeña cosa... Sólo que después, después de ese aire frío, viene una gran lluvia, nevada, o incluso granizada. Esas pequeñas cosas se convierten en otras enormes, que sí te preocupan. 
Por eso creo que no debería dar otro paso, prefiero preocuparme ahora, antes de que llegue la nevada.
--------------------------------------------------------------------------------------
Sé que el capítulo es un poco corto, pero quería hacer la última entrada del 2010, así que nada, espero que os guste.
Feliz año nuevo! :D

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Capítulo 25: Lluvia

-¿Ya te ha dado la noticia?
-Ajá.
-¿Que te parece?
-¿Tu que crees? ¡¡Me encanta!!
-De nada, ¡eh!
-Gracias, gracias.
-Escuchad, yo tengo que irme.
-¿Tan pronto, Irene?
-Tengo que preparar el desfile en Los Ángeles. Lo siento...
-Tranquila, tú disfruta y ya está.
-Vale.
Abre la puerta, y se va, con una sonrisa en la cara, como siempre. Mientras, escucho cuchichear a Marta y a Nuria. 
-¿De que habláis?
-De que nosotras también nos vamos.
-¿Y eso?
-Exámenes, no vamos muy sobradas, ¿sabes?
-¡Anda que no! Si siempre aprobáis.
-Pero tenemos que estudiar, lo sentimos.
-Pero...
Y, antes de que me de cuenta, ya se han ido...
-Bueno, quedamos dos... A no ser que tu también te vayas...
-Pues... Ahora que lo dices... Sí.
-¿Tu también?
-Lo siento, nos veremos otro día.
-Vale...
Y de esa manera fue, como me quedé sola en mi casa, después de un día de cumpleaños... Ahora seguiré haciendo lo que hago todos los días, seguir aburrida en casa sin saber que hacer porque parece que cuando estoy sola mi cerebro se desconecta y es como si no funcionara, aunque si fuese así estaría muerta.
Mañana será un día nuevo... Otro día aburrida, con cosas que hacer pero sin ganas de hacerlas, por pura vagueza. 
Un trabajo de mates asqueroso se me viene a la cabeza, pero siendo mañana domingo creo que paso. ¿Como puedo tener una vida tan... aburrida?
Decido salir de casa, no tengo nada mejor que hacer...


De repente, un chico se choca contra mí.


-Perdón... Estaba hablando por el móvil y...
-¿Sergio?
-¿Paula?
-¿Que haces aquí?
-Vivo aquí...
-Ah, es verdad...
-Pero vives lejos de estas casas, por que...
-¿Sabes dónde vive tu amiga Marta?
-Si es mi amiga supongo que sí, ¿no?
-Me lo dices o...
-¿Por qué lo quieres saber?
-Tengo que decirle una cosa.
-¿Que cosa?
-La hecho de menos... Hace mucho tiempo que no la veo, desde aquel día de PortAventura... Se supone que éramos novios, pero después no nos veíamos ni nada... Y nos olvidamos mutuamente...
-Pues tengo malas noticias.
-¿Que pasa?
-Marta le va a pedir a un chico que sea su novio.
-¿Cuándo?
-Creo que hoy.
-La convenceré para que no lo haga, gracias.
-De nada ,pero no creo que...
Da igual, se ha ido, corriendo como un rayo... Es tan tonto que ni siquiera le he dicho dónde vive pero ya se apañará...
Sigo sin saber que hacer... Supongo que volveré a casa, están viniendo unas nubes muy oscuras y creo que va a llover...
Una gota cae en mi nariz... Perfecto, y yo sin paraguas y en manga corta... Lo que faltaba. 
Intento ir lo más rápido posible hacía mi casa, pero me ha entrado agua en las bambas y me molesta demasiado... Creo que pararé debajo de un balcón a esperar a que pare.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Siento haber hecho el capítulo corto y no muy entretenido, pero ya os expliqué que no tenía mucho tiempo... Menos mal que acabo el 22 ¬¬... En fin, el próximo capítulo será más interesante, ya que tengo más ideas y eso.
Siento el retraso y hasta la próxima :D

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¡Lo siento muchísimo!

T^T

LO SIENTO 


Soy una mala persona, lo sé... He dejado esto demasiado tiempo muerto T^T
Prometo escribir lo antes posible, pero estoy bastante liada... Además tampoco es que tenga muchas ideas pero bueno...
Ya he empezado el siguiente capítulo, espero terminarlo tan pronto como acabe de hacer mis cositas, y demostrar que me merezco el apoyo de todos vosotros... No sé como podéis seguirme dejando esto tan muerto...
En fin, que lo siento otra vez, y que espero no defraudaros mas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Capítulo 24: Muchos regalos... Demasiados

-Buahhh... Estoy llena.
-Y yo...
-Yo creo que voy a vomitar...
-Bruta...
-He hecho bien en no comer tarta.
-No me extraña que no comas, Irene. Eres modelo...
-Sí, bueno... Eso también.
-Bueno, da igual. Creo que ha llegado la hora de los regalos. 
-¡¡Bien!!
-¡Primera!
-¡Segunda!
-¡Tercera!
-Cuarto...
-¿Aun os peleáis por eso?
-¡Si!
-En fin... Pues como te lo has pedido tu primera, adelante Marta.
-¡Taráaaaaan!
-E...Es...U...Un...i...iP...
-¿iPad?
-¿¡Tu sabes lo caro que es esto!?
-Hombre, si lo he pagado yo lo sabré...
-Pero Marta, te habrás gastado un pastizal...
-Nunca es mucho.
-Dios mio de mi alma...
-¿Por lo menos me merezco un abrazo no?
-¡Un abrazo y un monumento!
-Jajaja.
-Bueno, bueno... ¡Que me toca!
-Perdón, Nuri... Es que aun me dura el shock...
-Bueno, mi regalo no es tan caro como el de la Marta, pero creo que también te va a gustar...
-Oooohh... Un peluche de los de bolas que relajan... Oooohh.... Al parecer soy un sol...- Sonrío- Gracias.
-Pero... Aun hay mas...
-¿Que mas?
-Te lo daré mas tarde.
-Como quieras...
-¡Me toca!
-Venga, Irene.
-Yo también tengo dos, el primero... Bueno, ábrelo.
-¡Un álbum de fotos desde que éramos pequeñas! Que recuerdos...
-Y el otro...
Me da una caja enorme.
-¿Que es esto?
-¿Que tal si lo abres?
-Vale...
-Oh dios... ¿Cuanta ropa se supone que hay aquí?
-Espero que te guste... Recién traída de Nueva York.
-Me encanta tener una amiga modelo... Jajaja.
-Tu turno, Mark.
-Ya era hora...
-Haberte peleado por ser primero. Jajaja.
-Si, bueno... Ya...
-Yo solo tengo uno, pero espero que te guste.
-Eso no lo dudes.
Lo abro...
-Dios... ¿Que os pasa? ¿Por que tantos regalos caros? En serio, no me los merezco...
-Si que te los mereces, todos.
-Muchas gracias... Al final me vais a llenar de productos de Apple... Primero un iPad y después un iPhone 4... 
-Bueno, mientras vosotros hacéis... Lo que os de la gana, yo me llevo un momento fuera a Paula a enseñarle el regalo que me queda...
-Bueno, me voy con Nuri.


Salimos fuera.


-Dime, ¿Cual es ese regalo?
-Toma.
Me da un sobre.
-Dime que no es un cheque.
-Jajaja. Tranquila, no es un cheque.
-Menos mal...
-Ábrelo.
-Son... ¿Billetes de avión?
-Mira el destino.
-¿Los... Ángeles?
-Ajá.
-Oh, dios...
-Mira cuántos billetes hay.
-¿6?
-Marta, Mark, tus padres, tu y yo.
-¿E Irene?
-Tiene un desfile allí, así que digamos que nos ha enchufado.
-¿Ha salido gratis?
-Exacto.
-¡¡Aaaaaaahhhhhhhh!! Que feliz soy...
-Y nosotros.
-Espera... ¿Cuándo es el vuelo?
-Dentro de un mes.
-Ah, vale, hay tiempo...
-Si.
-¿Mis padres lo saben?
-Si, se lo dijimos antes de la fiesta.
-Vale. ¿Entramos?
-Claro.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Capítulo 23: La fiesta

-¡Hola Mark!
-¡Ah! ¿Que tal?
-Bien, ¿tu?
-Lo mismo... Nuestras vidas son un muermo...
-¿No me digas? ¡Con lo emocionante que es hacer los deberes de mates!
-Sí, el plan perfecto para el finde...
-Bueno, ¿que hacemos?
-No sé... ¿Vamos a tu casa?
-¿Para que? Podemos ir a dar una vuelta...
-No, hoy prefiero ir a tu casa...
-¿Y eso?
-No se, me apetece.
-Como quieras.


Pues aún con la duda en la cabeza, nos dirigimos hacia mi casa. ¿Para que querrá ir?


-Espera.
-¿Que pasa?
-Entraré yo primero.
-Es mi casa.
-Y yo tu amigo.
-¿Que pretendes?
-Entrar yo primero.
-Eso ya me lo imaginaba.
-¿Y por que preguntas?
-Para saber lo que pretendías.
-Si ya lo sabías.
-Bueno, deja de liarme de una vez, que me entra dolor de cabeza.
-Lo tomaré como un "entra tu primero". Gracias...


Y entra dejándome ahí, con la puerta delante... Cada día tengo la cabeza mas revuelta...


Vibración, mi móvil.


-¿Que?
-Mark tiene razón, tienes que empezar a acostumbrarte a mirar quien es.
-Sí, sí... ¿Que quieres Marta?
-Entra en tu casa.
-Espera... ¿Estas en mi casa?
-¿Quien ha dicho que lo esté?
-No se... ¿Por que ibas a querer si no que entrase?
-Tu entra.
-¿Pero estas dentro?
-¡¡Que entres!!
-Vale...


Cojo la llave, la meto en la cerradura, la giro hacia la izquierda, cojo el pomo de la puerta, lo giro, y empujo la puerta... 
Entro en casa, las luces están apagadas, así que sin mas suelto:
-¡Como esto sea una broma pesada os la vais a cargar!


Claramente, no veo a nadie, y nadie contesta... Hasta que se escucha un ligero ruido, se encienden las luces, y todos salen de su escondite gritando: 
-¡¡SORPRESA!!
-¡¡Arrrgghh!!
-¿Te hemos asustado?
-No, grito por diversión.
-Me huele un poco a sarcasmo por aquí.
-¿Por que será?
-Bueno, felicidades.
-Ah, ¿esto es por mi cumpleaños? No me lo esperaba.- Saco la lengua.
-Que sarcástica estás hoy, hija.
-¿Mamá?
-Alguien tenia que hacer la tarta. Además es mi casa. Felicidades, cariño.
-Gracias. Bueno, ¿nos comemos la tarta?
-Espera, espera...
-¿Que pasa?
-Tenemos una sorpresita... 
-¿Regalos?
-A parte de eso, por supuesto.
-¿Entonces que es?
-Ahora lo verás. ¡¡Baja!!


De repente, por las escaleras, empiezo a ver las piernas de una chica...
-¿Quien es?
-Chica incógnita, deja que te descubra.
En cuanto veo su pelo...
-¡¡Irene!!- Voy directamente a abrazarla. 
-¡Hola!
-¿Que haces aquí? ¿Como has venido? ¿No estabas de viaje?
-Sí, pero he hecho una escapadita para tu cumpleaños.
-¡¡Gracias!! 
-Ahora ya puedes comerte la tarta.
-Eso quería escuchar yo...
-Nunca cambiará...
-Y cuando acabes la tarta, regalos.
-En serio, gracias.



sábado, 6 de noviembre de 2010

Capítulo 22: El encontronazo

- A ver, Marta... ¿Ves a alguien?
No contesta.
-¿Marta?
-¿Eh?
-¿Que si ves a alguien que te guste?
-Ah, no...
-¿En que estabas pensando?
-En un cuadro nuevo que quiero hacer...
-Pues eso lo piensas en tu casa, ahora estamos paseando, así que te aguantas.
-Pero no tengo pintura en mi casa...
-Pues la compras.
-¿La puedo comprar ahora?
-¿Ves por aquí una tienda de pintura?
-Sí.
-¿Dónde?
-Aquí delante.
-Anda... Pues es verdad... ¿Es nueva?
-¿Tu no sales a la calle mucho, no?
-No mucho...
-Pues eso explica que nunca la hayas visto llevando abierta casi un año.
-Bueno, tu compra las pinturas ya.
-Vale...
-Te estaré esperando en este banco.
-Vale.


Ella entra, y yo me quedo en el banco esperando a que salga.
Ya pasan 10 minutos... Me aburro. 
Noto mi móvil en vibración...
-¿Si?
-¿Nunca miras quien es?
-¡Mark! ¿Que pasa?
-Nada, me aburría y decidí llamarte.
-Bienvenido al club.
-¿No estabas con la Marta?
-Sí, pero ha entrado en una tienda a comprar pintura. No deja de pensar en su nuevo cuadro.
-Bueno, cada uno tiene sus aficiones. Por ejemplo, a ti te gusta la fotografía.
-Sí, pero no estoy obsesionada.
-Si tu lo dices...
-¿Quieres que quedemos hoy?
-¿Y Marta?
-Se lo diré.
-¿No se enfadará?
-Tranquilo...
-Vale.
-Pues... nos vemos en la esquina de la chuchería en... ¿15 minutos?
-Vale, hasta ahora.
-Adiós.


Ella sale.


-¡Oh perdona!
-Perdóname a mi, he hecho que se te caigan las pinturas.
-No importa...
-Me llamo Alex.
-Marta...
-Encantado.
-Bueno... gracias por ayudarme, adiós.


-¡¡Marta!! ¿Tu eres tonta o que te pasa?
-Ah, gracias.
-¿No has visto como te miraba ese chico?
-¿A que te refieres?
-¡Que se a enamorado de ti!
-¿A si?
-No, te odia. ¿Tu eres tonta o que? ¡Tendrías que haberte lanzado a por él!
-¿Tu crees?
-Deja de hacer preguntas.
-Vale...
-Ahora corre, queda con él o algo.
-¿Y tu?
-Iré con Mark. Ya me contarás.
-Per...


Antes de que le conteste, me voy. 
¡Hacia la esquina!


-----------------------------------------------------------------------------------
Siento haber tardado tanto en publicar, no tenía tiempo... Ù.Ú


En fin, gracias por leerme aunque deje esto un poco muerto.