viernes, 21 de enero de 2011

Capítulo 28: Héroes

Mark... Por qué me tiene que pasar esto a mí... Ahora que todo empezaba a irme bien, cada día era más feliz que el anterior, siempre sonriendo... Hasta hoy. Hoy he sabido que en 12 horas y 32 minutos, Mark se irá para siempre... Y puede que no le vuelva a ver... Se irá mañana, a las 7:00, en un avión con destino a Miami...
Estoy abrazada a su chaqueta, lo único que me quedará de él... Llamaré a Marta para decirselo...
-¿Si?
-¿Marta?
-¡Ah! Hola, Paula, ¿qué cuentas?
-Malas notícias.
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Es por Mark...- Una lágrima intenta salir de mi ojo, pero yo la detengo, no pienso llorar más.
-¿Qué ha pasado con Mark? Me dijiste que todo iba genial...
-Tú lo has dicho, iba. 
-¡Dime ya que ha pasado!
-Mark se va.
-¿A que te refieres con "se va"?
-¡Pues que se va! ¿Qué entiendes tú con "se va"?
-Explícate.
-A los padres de Mark les han ofrecido una oferta de trabajo y no pueden rechazarla. Se van mañana a la mañana a Miami.
-Espera, espera... ¿A Miami?
-Sí.
-Paula... Lo siento muchísimo...
-No importa, supongo que para él también será difícil...
-¿Os habéis despedido ya?
-No, hemos quedado mañana, en el aeropuerto, para despedirnos definitivamente.
-¿Y el viaje a Los Ángeles?
-Está en el aire, a lo mejor va, pero desde Miami.
-Ojalá pudiéramos hacer algo para que se quedara...
-Él ya lo ha intentado, pero no hay manera... Si se va, se va.
-En fin... tengo que dejarte, no estés triste.
-Lo intentaré. Gracias.
"Pi...Pi...Pi..."
La despedida se me va a hacer demasiado dura... Volveré a llorar como una loca, como si así se arreglara todo... Soy demasiado débil, llorona, sensible, estúpida... No quiero que se vaya, no puede irse... No he hecho nada para merecerme esto, y ahora no hay vuelta atrás... Se va a ir yo no podré hacer nada al respecto... Tendré que apechugar con lo que toqué, hacerme más madura, y si Dios ha decidido que Mark se vaya, es que se va... Supongo que ya encontraré a otra persona... Pero NUNCA será como Mark. 
Nunca.
Desde aquel primer día que le vi, en clase, cuándo vino nuevo... Y se sentó a mi lado sin dudarlo si quiera... Y dio la casualidad de que éramos vecinos... Eso fue una señal, el destino decidió todo eso, hizo que fuéramos amigos, y que al cabo del tiempo, alguno de los dos diera el primer paso para ser algo más... Ese "algo más" que me dijo Mark, y que al parecer no ocurrirá... Esos momentos en el parque en el que él siempre hacía que me sintiera mejor, y dejase de llorar con uno de sus abrazos mágicos... Aquella lluvia en la que él apareció, en la aunque yo lo niegue, siempre me salva, siempre me ayuda... Y sobre todo, aquella chaqueta que aún mantengo y que espero mantener, para que, de algún modo, sigamos juntos... Él... Siempre será...
Mi héroe.
----------------------------------------------------------------------------------
Siento mucho haber tardado tanto en publicar T^T Soy demasiado malvada... Por favor, perdonadme... Que malvada persona ù.ú... Espero publicar más, pero es que he estado bastante liada y no he publicado en muchísimo tiempo...
Siento haber estado tan desaparecida (otra vez...) Pero bueno, espero que os haya gustado el capítulo.
Besos.

domingo, 2 de enero de 2011

Capítulo 27: Recuerdos

-¡Despierta! ¡Son las 12 del mediodía!
-Déjame un rato más...
-De eso nada, tienes que ir al centro comercial.
-Espera... ¿¡Que!?
-Dijiste que el domingo irías, así que ya estás tardando.
-¿Y que se supone que tengo que hacer ahí?
-Comprar. Se acerca el cumpleaños de tu prima así que tienes que comprar los regalos, las serpentinas y esas cosas de fiestas...
-¡Ya es muy mayor para eso!
-Tiene 5 años.
-Ah... ¿Y porque no va mi hermano?
-Tiene que hacer unos trabajos.
-Malvado...
-Vístete y vete.
-Espera, espera... ¿Que se supone que es el regalo?
-No se, escoge tu algo.
-Perfecto, el mejor plan para el domingo...
-¿Has dicho algo?
-No, nada...
-Pues ya sabes.
La puerta se cierra. Perfecto. Siempre me toca a mí hacer lo peor... Y de mientras mi hermano en casa... Ya le vale.
Supongo que no tengo otra opción, así que tendré que vestirme e ir hacia el centro comercial. 
Cuando me levanto siento algo rozando mi piel, un poco frío, y algo húmedo... Es la chaqueta, su chaqueta, mi chaqueta, nuestra chaqueta... Supongo que habré dormido con ella... Se la devolveré si encuentro a Mark por la calle.


-Mamá, salgo.
-Vale. ¿Llevas dinero?
-¿A caso me has dado?
-Ten, 100 €
-¿Tanto vamos a gastarnos?
-No creo, pero por si acaso.
-Vale... Me voy, es tarde.
Cierro la puerta, un golpe seco y fuerte, al que ya me he acostumbrado y escucharé muchas más veces. Cierro con llave.
Por suerte tengo el centro comercial cerca de mi casa, a sólo unas 2 o 3 manzanas de aquí así que no hace falta que vaya en autobús, tren o metro.
Ya he llegado, hay mucha gente, tanta que hace que olvide que es invierno y hace frío. 
Como puedo, acabo de comprar. Por culpa de la gente he tardado 3 horas y sólo he comprado 5 cosas... He gastado casi 55 €.
Al volver pico en casa, no tengo ganas de sacar las llaves. Mi madre abre, me dice con cara de satisfacción gracias y le dejo las bolsas en la puerta, ya se apañará. 
Voy al parque, al parque de siempre, dónde han ocurrido tantas cosas y ocurrirán, tanto malas como buenas, que llenarán mi memoria de recuerdos, recuerdos que espero no olvidar y seguir en mi corazón.
Una mano toca mi espalda, un tanto fría por el cambio de temperatura al salir del centro comercial y estar en la calle con un viento que se lleva todo por delante.
-Paula... Tengo que decirte una cosa.
-¡Ah! Hola, Mark, ten toma tu chaqueta.
-Quédatela.
-¿Por que? Ya no la necesito.
-Dónde voy yo tampoco.
-¿A que te refieres?
-Me mudo. A mis padres les han ofrecido una oferta de trabajo que no pueden perder, nos vamos a Miami.
-No puede ser... No puedes irte, no puedes...
-Lo siento... Ya he intentado convencer a mis padres para quedarme aquí, pero no hay manera.
-Mark... ¿Y el viaje a los Ángeles?
-A lo mejor puedo ir, pero desde Miami, vende mi billete.
-No puedo... No puedo dejarte ir... Hemos vivido mucho juntos como amigos, y no quiero que te vayas ahora...
-Lo siento. Me voy mañana. Ya nos veremos.
-Mark... - De mis ojos caen muchas lágrimas, nunca había llorado así en mi vida. 
-Espero que nos veamos.
Me voy corriendo, no estoy enfadado ni nada, supongo que lo comprendo... También debe ser difícil para él... Hecho una mirada atrás, aún sigue ahí, no se con que cara, lo veo todo borroso por las lágrimas... Creía que íbamos a estar mucho tiempo juntos... Pensaba que estábamos destinados a ser algo más que amigos... Todas mis esperanzas se han ido con el viento.
Mañana será la última vez que lo veré... Aún así no quiero decirle lo que siento por él, lo que creo que siente él por mí, lo que quiero que pase entre los dos, lo que he pensado para el futuro, lo que tiene que pasar, lo que ya no tiene vuelta atrás... No puedo, no debo...
Le necesito.